No nos consideramos judíos aislados en un gueto, sino que vivimos como parte integral de las sociedades y países donde nos encontramos, interactuando con quienes nos rodean. Reconocemos la fuerza y el potencial de la Torá y no tenemos miedo de enfrentar ideas diferentes. Estamos convencidos de que, como Anusim, con la fuerza que emana de nuestra esencia judía y la creatividad ibérica, seremos quienes restauren esta forma de pensamiento y acción tan necesaria en el judaísmo actual, a menudo distorsionado.
Nos enorgullece nuestra tradición española y portuguesa y estamos seguros y orgullosos de que representa la forma de ver el judaísmo tal como era en la Edad de Oro de nuestras almas, a pesar de las adversidades sufridas, incluidas las persecuciones durante la Segunda Guerra Mundial.
Nuestro objetivo como organización es promover la restauración de esta gloriosa comunidad, una tarea que consideramos sagrada. Sin embargo, creemos que no es necesario ni adecuado adoptar una identidad jaredí, jasídica o mesiánica para retornar al judaísmo. El mesianismo es como permanecer cautivos en la casa cristiana, mientras que sumergirse en el mundo jasídico o jaredí significa ingresar a una realidad construida por judíos asquenazíes, cuyas condiciones históricas difieren en gran medida de la cultura sefardí.
El mundo sefardí, a pesar de haber sufrido persecuciones a lo largo de la historia, encarna una realidad llena de luz, color y calidez que van de la mano con las leyes y costumbres españolas y portuguesas, que son pilares fundamentales de nuestra tradición, las cuales fueron transmitidas por las primeras comunidades judías que llegaron al Nuevo Mundo junto con los holandeses e ingleses. Entre estas comunidades se encontraban los Anusim, descendientes de aquellos judíos obligados a convertirse al cristianismo durante la Inquisición. Si bien es cierto que muchos Anusim no pudieron mantener abiertamente su identidad judía debido a las difíciles circunstancias y la presión ejercida por la Inquisición, aquellos que lograron preservar en secreto sus prácticas y tradiciones judías contribuyeron a llevar consigo la riqueza de la tradición, las prácticas y el legado cultural sefardí a las nuevas tierras donde se asentaron. Es importante destacar que los descendientes de aquellos Anusim que no pudieron preservar abiertamente su identidad judía enfrentan un viaje único en su búsqueda de reconexión con la fe de sus antepasados, y ayudarlos es nuestra mayor satisfacción.